En una situación inédita, por primera ocasión en la historia de la Legislatura del Estado de México, una mujer indígena fungirá a partir del próximo mes de septiembre como diputada por el Partido Acción Nacional. “No soy imagen, no soy Peña Nieto, soy Florentina Salamanca”, explica la futura legisladora mexiquense de origen mazahua.
Es la antítesis de los esquemas de mercadotecnia, que enmarcan a figuras políticas como al gobernador Enrique Peña Nieto; la diputada plurinominal electa, ataviada con el traje tradicional de su etnia: el rosa mexicano de su ropaje contrasta con su piel morena, que es adicionada con un par de trenzas que caen por su espalda.
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