Como pésimas, calificaron ex funcionarios de casilla del Instituto Federal Electoral, las lonas por las que el Instituto Electoral del Estado de México gastó más de un millón de pesos por su alquiler el pasado 5 de julio.
Durante un ejercicio de valoración que organizó el órgano federal, los ex servidores también se quejaron de que las mamparas eran derribadas por el viento, de problemas con la tinta indeleble que no se adhería bien o con las boletas electorales que eran difíciles de cortar; que en otros casos ni toldo les pusieron por lo que se asolearon durante todo el día, e incluso, hasta de los lápices que no funcionaban.
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