De acuerdo a información proporcionada por la Oficina de Relaciones Públicas de General Motors México, el problema radica en que las condiciones del mercado no eran las mejores, en lo que interviene directamente el alto costo de los combustibles y el que los consumidores opten por vehículos reducidos.
De hecho se habían programado para la planta Toluca y la de Silao, en Guanajuato, una serie de paros técnicos durante las dos primeras semanas de julio, lo cual en el caso de la segunda es factible y en la primera se está en una etapa de negociación con la parte sindical para buscar las menores afectaciones.
Desde hace dos meses la matriz estadounidense General Motors Corporation anunció que recortará la producción de camionetas e impondrá agresivos incentivos para las ventas, con el objetivo de combatir el descenso de la demanda de vehículos grandes; además recortará turnos laborales y reducirá la velocidad en las líneas de ensamble.
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