Luego de haberse posicionado como primera fuerza electoral en el Estado de México durante 2006, de la mano del efecto López Obrador; el Partido de la Revolución Democrática sucumbió en los comicios del pasado 5 de julio y se ubicó en el tercer sitio del podium comicial superado por el PRI y el PAN.
A 18 meses de los comicios de gobernador, el partido del sol azteca ya rediseña sus estrategias electorales que fracasaron este año. Y es que las denominadas “tribus” del perredismo mexiquense deberán buscar los consensos para designar al abanderado a gobernador que les posibilite ganar la elección.
La elección de dirigente nacional del PRD desarrollada en 2008, derivó en una fractura interna entre los candidatos Alejandro Encinas Rodríguez y Jesús Ortega Martínez, lo que se reflejó en el proceso electoral de este año con derrotas significativas.
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