“Es más sencillo para las autoridades minimizar este tipo de situaciones, hacerlas invisibles, los crímenes homofóbicos se esconden, los gobiernos no quieren reconocer esta situación pues no son convenientes”.
Recordó que en el Estado de México el último asesinato de un homosexual se dio en Ixtlahuaca el año pasado, cuando un chico de 21 años fue brutalmente apuñalado al salir de misa y con su sangre escribieron sobre su cuerpo “No queremos putos en Ixtlahuaca”, esto muestra el odio y el repudio del cual son objeto.
Por su parte, la representante de los transexuales en Toluca, Rudy, afirmó que esta situación de violencia es perpetuada por los policías municipales. “Es vedad que salir a trabajar en las noches es nuestra única alternativa para subsistir, pero esto no les da derecho a los elementos de maltratarnos y humillarnos; sin embargo, parece que hacerlo se convirtió en un pasatiempo aunque cada día son mayores las agresiones que sufrimos”.
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